Cuando la agencia Genetsis me contó el proyecto happing para Coca-Cola a finales del 2007, me quedé imediatamente enamorado. En aquella época, llevaba un par de años trabajando como freelance para agencias en el desarrollo de aplicaciones interactivas,  y sinceramente ni me había planteado volver al ritmo frenético de las agencias. Pero happing  fué un flechazo instantaneo, un wow! de la primera a la última diapositiva.

Cuando hay que enfrentarse y defender una propuesta para proyectos on-line sabes que hay ciertas partes de la presentación que adolecen de éste o aquel aspecto.  Es  como cuando te presentas a un examen y sabes que hay preguntas que no has contestado del todo bien. Y los motivos pueden ser más o menos graves, desde  estrategia a la creatividad, pasando por la definición del producto, el arte…

En el caso de happing todo era redondo. Una completa conjunción de planetas.

Qué mejor manera de introduciros el concepto con el vídeo de lola,  una campaña de tv que coincidió con el lanzamiento de la plataforma. Happing es en realidad la nueva comunidad de Coca-Cola y sucesor del Movimiento. Un lugar donde maximizar la relación con los jóvenes a través de la tecnología. Buen rollo y diversión asegurados, a través de un lugar donde la gente se atreve a disfrutar de la vida.

¿De qué manera?  Pues creando un espacio para gente que se atreva a divertirse, a emocionarse, a sorprenderse… Un lugar para que los usuarios se relacionen entre ellos a través de la marca. Una web 2.0 donde el protagonista es el usuario y sus experiencias, obtenidas con los servicios que se proponen: cantar con el karaoke, contar qué les hace feliz con «happing es», apuntar los lugares que más le gusta en el mapa de la felicidad, reirse un rato con el fotomatón, grabar un vídeo con la webcam contando lo mejor que le ha pasado en el día… en definitiva, una comunidad en la que el protagonista es el usuario, un usuario que maximiza la relación con la marca con un vínculo muy pero que muy fuerte: los momentos de felicidad en Internet.

Y happing también fué un año y medio de mucho trabajo. Mucha sangre, sudor y algunas lágrimas. Un proyecto que puede endenderse como un conjunto de grandes proyectos, en el que cada uno de los servicios que se ofrecen en la comunidad puede ser perfectamente un gran proyecto para cualquier agencia. Pero lo más importante. Happing es una enorme mochila que me llevo de conocimientos y experiencias con un equipo con el que tuve la oportunidad de aprender un montón.

Y tengo que dar gracias a happing, un laboratorio de ideas,  ingenio y mucho mucho talento, el cual me ha permitido tocar ámbitos tan heterogéneos como el análisis funcional, diseño de arquitectura y usabilidadel de una comunidad, la definición del proceso productivo en grandes equipos, el soporte y enlace tecnológico contra equipo estratégico y creativo,  la coordinación y jefatura del proyecto y un largo ecétera que trataré de desarrollar en posteriores entradas del blog.

Si el trabajo y mis compañeros me lo permiten, trataré de presentaros al equipo con el que tuve el placer de trabajar a través de algunos casos, para devolver y plasmar ese conocimiento que fuimos aprendiendo los unos de los otros (y todos de Internet) a medida que el proyecto avanzaba.

Y con la promesa de seguir contando un poco más qué ha sido happing termino aquí, no sin antes introduciros y enlazaros a algunos de los artífices de este proyecto con los que tuve el placer de trabajar y compartir laboratorio, como son Luis, Dani, Palmira, Enrique, Andy, Pol, Vanesa, Jorge, Joseba, Pedro… y una larga lista.