Si has llegado hasta aquí desde un buscador, probablemente acabas de leer las bondades de Spotify, el nuevo y flamante servicio para escuchar música que está revolucionando la manera de concebir este mercado, y acabas de averiguar que sólo se puede acceder por invitación. Estarás buscando por ahí una manera que te permita trastear con el servicio. ¿Pero por qué nos lo ponen tan difícil? ¿no se supone que la tecnología p2p distribuida brinda una calidad del servicio asegurada? ¿no se supone que el pago de los derechos de las canciones está controlado ?

Bueno, pues desde la perspectiva estratégica, el método de invitación aporta mucho valor a la manera de concebir la promoción de un producto. Va muy al hilo de los hábitos de consumo actuales, y de cómo el Social Media ha modificado un comportamiento de compra, en el que los usuarios, por poner un ejemplo, no son capaces de reservar en un hotel si no leen antes las opiniones y recomendaciones vertidas en éste o aquel foro.

Mediante la invitación, realmente estamos pidiendo al usuario que si le gusta algo, participe en la evangelización del producto, y sea él mismo el que decida si merece la pena recomendar. Aparte del beneficio propio de la implicación en difundir el producto, se consigue además un proceso de selección automático por parte del recomendador de entre su círculo de amigos para dirimir quién puede ser un cliente potencial interesado en el producto.

Parece redondo, pero creo que el modelo de Spotify es una reinvención de la idea, y no hablo del negocio de la música, que también.

Además del método «tradicional», nuestros amigos Suecos, han «olvidado» un pequeño backdoor para permitir registros «espontáneos» a aquellos usuarios que conozcan el truco. ¿qué consiguen con ello? 47.000 entradas en la blogosfera que enlazan al backdoor desde blogs y foros por parte de seguidores como yo en una estrategia de buzz redonda.

Por aquí os dejo el enlace, por si todavía no tenéis una cuenta:

https://www.spotify.com/en/get-started/

Y bueno, si realmente he acertado por lo que veníais, permitidme que investigue si este post tiene una tasa de rebote tan alta como espero (querrá decir que cerraréis en 10 segundos esta ventana y mi blog os importa un pimiento) o si por el contrario mi discurso y el nuevo diseño del blog surten efecto y os quedáis a leer otra entrada.